Ponencia
Donde nació el Llanero
Ponente: Eduardo López Sandoval
(Historiador)
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Imagen: Historiografias.blog |
El sitio donde nació el llanero está ubicado en el Municipio Ortiz, en la mitad de la vía entre la ciudad de Ortiz y Calabozo, en la mitad de la carretera de hoy, como era la mitad del camino cuando lo transitó el Obispo Mariano Martí, quien en documentos relativos a su visita Pastoral de la Diócesis de Caracas, en el aparte dedicado al “PUEBLO DE SANTA ROSA DE LIMA DE HORTIZ”, lo vio con estas palabras:
“Este Pueblo de vecinos españoles estuvo agregado al de Parapara, hasta el año de 1776, que se desmembró del, y con las formalidades de derecho, (…). Confronta con el Oriente con el pueblo de San Francisco de Cara, distante 14 leguas, y hasta el lindero divisorio que es la cumbre del Cerro Pedregal, hay legua y cuarto; por el poniente con el Pueblo de Tiznados distante 11 leguas, y hasta el lindero divisorio, que es la Cumbre del Pueblo de Hortiz, hay legua y cuarto; por el Norte con el pueblo de Parapara distante dos y medio leguas, y hasta el lindero divisorio, que es la Cumbre del Cerro de Carguata, hay una legua; y por el Sur, con la Villa de Calabozo distante 20 leguas, y hasta el lindero divisorio que es el Hato del Caimán, inclusive, hay 10 leguas”.-
Del momento en que nació el Llanero como etnia, nos dice el Llanerófilo Miguel Izard, quien es uno de los más reconocidos Llanerólogos del viejo continente, citado por Adolfo Rodríguez, el más respetado Llanerólogo del nuevo continente, que de su obra Imagen de los Llaneros Venezolanos, página 52, citó: “obsérvese que en 1799, cuando Humboldt registra, en el texto escrito por primera vez la existencia del mencionado gentilicio, estaba adquiriendo una tremenda importancia la economía ganadera, en virtud de las necesidades de suministro de carne tanto para el creciente consumo interno como para la exportación, que obliga a la administración colonial a la asunción de medidas cada vez más perentorias para conquistar el llano y aprovechar su ingente riqueza pecuaria”.-
Más adelante, en la página 153, Adolfo Rodríguez se refiere de manera más precisa a Humboldt, como el iniciador de la literatura que admite la existencia del autodenominado gentilicio de los Llaneros. Humboldt lo reveló con estas palabras: “Después de haber pasado dos noches a caballo y buscando en vano bajo grupos de palmeras de moriche algún amparo contra los ardores del sol, llegamos antes de anochecer al pequeño fundo de El Caimán, llamado también La Guadalupe. Es un hato de ganado, es decir, una casa aislada en la estepa, rodeada de algunas chocillas techadas con caños y cueros”.-
Después de años, de este sitio haberse perdido de los alcances de la historiografía patria, lo hemos encontrado. El Fundo El Caimán está en el Hato El Corozo, en un espacio de trabajo que los actuales propietarios denominan Potrero Caimán, es el mismo sitio desde donde el sabio alemán Alejandro Von Humboldt, en el año 1799, dio a conocer al mundo la existencia de la nueva etnia denominada Llanero y que fue visitada una veintena de años antes por el obispo Mariano Martí, además, fue escenario donde se escenificaron eventos de la Guerra de Independencia de Venezuela. El libertador Simón Bolívar se encontraba el 14 de marzo de 1818 en este Sitio.-
Llaneros, para finalizar esta Ponencia que intenta iniciar la celebración del acontecimiento del descubrimiento del lugar donde nació el llanero, o como otros prefieren llamarlo, el lugar donde el Sabio alemán le sacó la Partida de Nacimiento al Llanero colombovenezolano, les quiero leer algunas citas del intercambio de correos electrónicos que realicé con el Doctor Adolfo Rodríguez la Doctora Irma Mendoza. Me escribe Adolfo al inicio del periplo investigativo:
“En 1972 hicimos un recorrido, casi a pie por el itinerario de Humboldt por Guárico. Se publicaron algunos papeles de trabajo e intentamos ubicar el hato El Caimán. Creo tener algunos apuntes al respecto, pero requeriré tiempo debido a que tengo disperso mi archivo…”.-
Otro comentario de Adolfo: “… cumplo con comunicarte mis más recientes pensamientos sobre el prodigioso sitio donde el barón de Humboldt apreció a los llaneros en su propio escenario y dejó la primera etnografía acerca de una topología nacional que ha dado que hacer y seguirá mortificando a historiadores, antropólogos y escritores, espero que por los siglos de los siglos. Un encuentro de tanta luminosidad para que él admitiera para la historia de la literatura universal el nombre que ellos se daban y que nadie hasta entonces se atrevía a reconocer…”
Un último comentario, esta vez el de la Doctora en historia, Doña Irma Mendoza, quien nos ha dicho: “En la Sección Tierras 1816, Letra M, aparece información del Hato El Caimán, en las proximidades de Ortiz, propiedad de María Josefa Mijares de Solórzano. Es una mantuana. El hato fue confiscado por Boves en 1814 pero con el triunfo patriota se acordó su reintegro a María Josefa. Ella lo reclama en 1816. En Libro de Comprobantes 1864 del mismo Archivo General de la Nación, aparecen documentos de José Antonio Páez, donde admite la compra de varias propiedades cercanas al Hato San Pablo. Esas propiedades pierden identidad al incorporarse a San Pablo, ¿Pasó con El Caimán?”.-
Cronistas, Investigadores e Historiadores, que hoy se encuentran en este I Encuentro de Cronistas, Investigadores e Historiadores de mi pueblo de Guayabal, he aquí un hallazgo que bien podría dar pie a nuevas investigaciones. Están todos invitados.-
Saludos.
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