Ponencia
Encuentro de Cronistas e Historiadores en Guayabal
Ponente: Franklin Santaella Isaac
Hablarles a ustedes sobre la historia remota y reciente de esta hermosa zona venezolana es llover sobre mojado, tantas tertulias, encuentros, trabajos hemos compartido que pudiéramos decir en buen llanero: tenemos trillado el camino.-
Por eso quiero llamar la atención de quienes gentilmente me escuchan, sobre el grave problema que confronta la formación ciudadana y el conocimiento de la historia patria para las generaciones de relevo.-
Muchos de nosotros ejercemos, de una u otra forma, labores educativas y hemos venido a través de años utilizando los métodos tradicionales para comunicarles a los jóvenes nuestros conocimientos y experiencias e indicarles las fuentes de la información.-
Los adelantos tecnológicos están incidiendo de manera decisiva y arrolladora en cuanto a la difusión del conocimiento y la información. Definitivamente el internet constituye una herramienta muy importante en este sentido pero debemos tener cuidado del origen de la información y de las intenciones de las personas que incluyen esa información en el ciberespacio.-
No me explico las causas, pero existe una campaña de desprestigio a la memoria del general en jefe José Antonio Páez, sin dudas el que mayor merecimiento tuvo al alcanzar ese grado en toda la historia militar venezolana, sus proezas, hidalguía y servicios a la patria no han sido superadas por ninguno de sus homólogos de todas las épocas.-
Un ejemplo palpable lo encontramos en esta página web: www.antiescualidos.como/bolivar/Ap, de la cual he extraído unos párrafos referentes a la Campaña del Centro, la cual tuvo como uno de sus escenarios esta bella población donde nos encontramos hoy, copio textualmente:
“Bolívar llegó al centro del Apure y su escuadrilla pasó del Orinoco al río Arauca y al Apure sin que los españoles se dieran cuenta de un hecho tan importante, que hubiera podido ser decisivo, si, como veremos al final de la campaña, el jefe de Apure hubiera prestado su cooperación completa”.-
“No habiendo llegado la escuadrilla de Bolívar para atravesar el río Apure, Páez resolvió la dificultad lanzando 25 llaneros a caballo, a nado, a tomar las flecheras enemigas situadas en la misma orilla y con escasa guarnición. Los llaneros realizaron la atrevida empresa con la mayor audacia y el ejército pudo atravesar el río en las flecheras tomadas a los enemigos”.-
“La República había obtenido un gran éxito y abría triunfado definitivamente, sin la incomprensión de Páez y los errores del ejército debidos exclusivamente a él, como veremos enseguida”.-
“En efecto no pudiendo Bolívar atacarlo en Calabozo resolvió marchar hacia Caracas, seguro de que Morillo saldría al llano y le presentaría la oportunidad de vencerlo con su numerosa caballería, porque el español no disponía ni de un caballo. El Libertador logró llevar el ejército hasta el Rastro, pero al ocurrir la prevista marcha de Morillo, Páez, descontento por no tener el mando en jefe, desatendió las órdenes y empeños del Jefe Supremo, y se llevó toda la caballería a Calabozo”.-
“Bolívar tuvo que seguir a Páez con los infantes, y cuando en Calabozo logró ponerlo en marcha, ya Morillo había ganado terreno, de manera que los combates de vanguardia de la Uriosa y el Sombrero no dieron notables ventajas a los patriotas. En este último, donde se luchó con bravura, fueron rechazados los patriotas por la naturaleza del terreno, pero al sentir los españoles un ataque de flanco, siguieron la retirada. Todavía era tiempo de destruir a Morillo persiguiéndolo con la espada en los riñones, pero el jefe de Apure de influencia irresistible entre los llaneros, de nuevo se opuso tenazmente a continuar la persecución. Esta lamentable circunstancia trastornó la más bella campaña”.-
Batalla de Ortiz.
“y Páez, con la mayor frescura, en su Autobiografía, atribuye al Libertador la imprudencia de empeñar el combate en aquel punto desventajoso cuando la orden absurda fue obra suya”.-
Persecución a Morillo.
“El general español estaba materialmente vencido, pero incidentes imprevisibles le proporcionaron la manera de salvarse y de prolongar por largo tiempo el dominio de España en Venezuela”.-
“La República había obtenido un gran éxito y habría triunfado definitivamente, sin la incomprensión de Páez y los errores del ejército debidos exclusivamente a él, como veremos enseguida”.-
“El plan de Bolívar, menospreciado por Páez, era sabio: atravesar el río Guárico a la sazón fácilmente vadeable, y caer sobre Morillo hasta destruirlo. Operación fácil y segura, porque los patriotas contaban 2.000 peones y 1.400 jinetes expertos, mientras que Morillo sólo disponía de 2.000 infantes, sin caballería, números que no dejan duda de que el triunfo de los patriotas hubiera sido seguro: [“En las grandes llanuras, como en las del Egipto o Polonia, dice Bonaparte, 2.000 jinetes con 2 piezas de artillería ligera, equivalen a 6.000 infantes con 6 piezas de artillería”] Opinión irrebatible aplicable también a otras operaciones nuestras”.-
No conforme con estas mentiras y medias verdades el anónimo cibernético desmiente a Páez sobre sus dichos referentes a la batalla de Guayabal y afirma que esta fue una batalla de utilería, estratagema muy de moda en la actualidad, y justifica a Bolívar, considerando el boletín del 16 de junio de 1818, según ellos remitido al General Juan B. Arismendi, como una mentira blanca.-
“Aun cuando exageraba, prometía la verdad. Sólo en cierta ocasión dejó obrar a la fantasía, pero fue un fin útil: después de la campaña desgraciada de 1818, en el Boletín publicado el 16 de junio de dicho año, refiere una supuesta victoria en el Guayabal, el 28 del mismo mes, empeñada y sangrienta, hasta el extremo de quedar tendidos en el suelo más de 300 muertos. Pero todo esto fue obra de su imaginación, inventado para contrarrestar en los adeptos de las Antillas el mal efecto de las derrotas. Sin embargo Páez, dispuesto siempre a creer elogios a favor suyo, supone verdadero el combate, aunque no le da proporciones tan grandes como dice el Boletín, y lo atribuye a una sorpresa de su guardia de honor dispuesta por él, cuando no hubo en esa ocasión, en el Guayabal ningún muerto ni combate de ninguna clase. La invención de Bolívar se justifica como una necesidad militar del momento”.-
Todas estas afirmaciones malintencionadas crean una opinión sesgada, equivoca sobre nuestra historia y sobre nuestros historiadores.-
De no haber estudiado o leído algunos documentos, libros, artículos que arrojan luz sobre la campaña del centro, después de leer esto, quedarían en mi conciencia sombras sobre los acontecimientos y sus protagonistas, cuestión muy factible en los estudiantes que se conforman o no disponen de los medios para contrastar la información.-
Lógicamente la historia debe ser crítica pero antes que todo debe ser fundamentada, por ejemplo estas interrogantes han nutrido y dinamizado el estudio histórico de la Campaña del Centro:
¿En verdad se dio la batalla de Guayabal?
En las memorias del General O`Leari, tomo 16, páginas 54 a 56 aparece el siguiente parte:
Angostura, Junio 17 de 1818
Al Almirante Brión
“El General Páez ha comenzado ya sus operaciones destruyendo completamente al Brigadier Morales el 28 de Mayo en el Guayabal Este se atrevió a acercarse hasta dicho pueblo, con el objeto quizá de observar más de cerca los movimientos del General Páez; pero este General, después de haber dejado tendidos más de 300 carabineros, ha perseguido a Morales hasta el Sombrero, de donde no podrá salir sin ser destrozado por nuestra caballería”.-
Bolívar
¿Por qué Morillo se escapa indigne de Calabozo?
Son tantas las referencias que recoge nuestra historia que resulta difícil citar todas las que tengo a mano, pero podemos resumirlas y agruparlas así:
Quienes dicen que el Libertador ordenó sitiar la ciudad y el enemigo logró burlar el cerco.-
Quienes afirman que el libertador propone una capitulación a Morillo pero este logra evadirse.-
Quienes dicen que el Libertador ofreció un indulto al jefe Realista y este salió tranquilamente de la ciudad.-
Los que afirman que Páez con sus insubordinaciones y contrariedades es el responsable de la fuga de Morillo.-
Y no falta quienes afirman que el Libertador andaba distraído en otras cosas más urgentes.-
Pero ninguno de los defensores de tal o cual corriente, irrespeta la memoria de nuestros próceres ni de quienes escriben la historia.-
Quiero poner sobre esta mesa el siguiente relato contenido en el compendio realizado por José Félix Blanco y Ramón Azpurúa: Documentos para la Historia de la vida pública del Libertador, volumen VI, páginas 339 a 342, aportado por un sacerdote que presenció los hechos. Por razones obvias no puedo reproducir la totalidad del documento pero voy a resumir y citar fragmentos sin alterar el contexto en la medida de lo posible.-
El susodicho sacerdote era el cura de la Misión de Abajo y declara poco más, poco menos, lo siguiente: El día catorce de febrero se entera Morillo de la presencia de tropas en las cercanías de dicho pueblo de destina tres compañías de la infantería de Navarra y los Húsares de Fernando VII a ocupar posiciones de avanzada, se les informó que los patriotas estaban en el paso de Correa y él, con su familia, busca refugio en Calabozo, al amanecer del 15 los patriotas ocupaban las sabanas frente a la ciudad, Morillo salió con un contingente a las afueras y fue obligado a retroceder por una carga de caballería, dejando al coronel Huesca tirado en el campo atravesado por una lanza. Morillo subió a la torre donde se encontraba el testigo diciéndole, - son dueños del Llano: luego ordenó al coronel Navas que fuera hasta la Misión de Abajo y ordenara a las tropas de avanzada regresar a Calabozo, pero Navas muere en el intento. A las diez de la mañana ya se observaba desde la torre la lucha de las tropas que se replegaban, salen la tercera y cuarta compañía a auxiliarlos pero son destrozados ambos cuerpos y aniquilados los defensores de la Misión de Abajo. El 16 no hubo novedad, el 17 se supo que el General Bolívar estaba en El Rastro y se ordenó a toda la población alistarse para la retirada. También dispuso que el testigo se quedase en la plaza para prestar asistencia a los heridos, enfermos y ancianos que no podían marchar. La evacuación comenzó a las nueve de la noche, el 18 el Coronel Iribarren entra de primero proveniente de las afueras de ciudad a la plaza, después entra el General Bolívar procedente del Rastro. Páez se disgusta y le falta el respeto al Jefe Supremo y marcha en persecución del enemigo, Bolívar aborta el desayuno que tenía previsto y lo sigue con la infantería, se reúnen nuevamente en El Sombrero, de donde regresan juntos tres días después.-
Allí se produjo una junta de guerra para decidir la continuación o no de la campaña, Páez consideró inoportuno continuar hacia Caracas por el verano, que limitaría al extremo la disponibilidad de pasto para los caballos y propuso regresar sobre la Plaza de San Fernando que estaba intacta. No hubo acuerdo y todos marcharon al centro menos Páez que fue sobre dicha plaza, este último triunfa, los demás fracasan.-
De esta lectura pueden sacarse muchas conclusiones y crearse mucha hipótesis, sin perder el eje temático del instrumento utilizado, es válida la interpretación como también es válido dar espacio a la imaginación y a la creatividad, siempre y cuando se le advierta al lector que las fuentes no son documentales sino provenientes de relatos trasmitidos oralmente, objetos o escenarios sobrevivientes, como estos versos que compuse para colorear mi tesis respecto a las interrogantes anteriormente indicadas.
¿Quién era Gregoria Camacho?
Una morena preciosa
de ojitos aguarapados
que vivía por esos lados
entre el Rastro y Calabozo,
y el gran guerrero rijoso
se prendó de sus encantos
y sus deseos fueron tantos
que la guerra dejó a un lado,
cuestión que le han criticado
de una manera infundiosa,
pero, ¿Cuántos no han dejado
vida, tronos y heredades
por un amor sin edades
rango, condición ni credo?
¡Que venga el amor primero!,
para matar habrá tiempo.
Carapa
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