Los Cronistas somos los hacedores de la historia del Municipio al cual pertenecemos, de allí nuestra cotidiana investigación sobre fundación, antepasados, pobladores, costumbres, riquezas, producción,actividades socio-económicas, etc. Es por ello que debemos recurrir a los materiales escritos por historiadores quienes de una u otra forma se han dedicado a recoger mediante la revisión de archivos, la informacion mas acertada sobre el origen de los pueblos. Esto es parte de mi labor y como tal debo dar a conocer aspectos importantes de la partida de nacimiento de San Jerónimo de Guayabal, tomando en cuenta su evolución a través del tiempo y el espacio, permitiéndome hacer del conocimiento de propios y extraños y sobre todo a la población escolar, potencial semillero, para el desarrollo y progreso de nuestro municipio, las informaciones recopiladas de la lectura de algunos libros referodos a Guayabal, así como también valiosos apuntes de personas que se han preocupado por estudiar nuestras raices, fecha de fundación, antecedentes históricos, con la finalidad de que mas allá de nuestras fronteras sepan que somos uno de los 335 municipios de la Patria Venezuela.

José Solorzano. cronista del Municipio San Jerónimo de Guayabal

Plaza Bolívar de Guayabal

Plaza Bolívar de Guayabal

jueves, 1 de septiembre de 2011

Un Sacerdote Guayabaleño y su Noble Misión

Ponencia
Un Sacerdote Guayabaleño y su Noble Misión
Ponente: Elisur Emilio Lares Bolívar (Cronista de Achaguas (+))

La presente investigación bibliográfica se ha realizado con la intención de dar un reconocimiento merecido a un ilustre guayabaleño que se destacó con sus nobles y esclarecidas acciones espirituales. Pretendo, con este trabajo, presentar a las nuevas generaciones guayabalenses y las del sur del estado Guárico, una semblanza muy concreta de un – casi ignorado y olvidado – hombre santo, un brillante hombre de letras, recto ciudadano, destacado valor humano y un digno representante de Cristo en la tierra. Me estoy refiriendo – indudablemente – al preclaro sacerdote guayabaleño Serafín Cedeño Castillo.-

Nació este insigne ciudadano y hombre de bien el 7 de septiembre de 1870 en Guayabal. Hijo legítimo de la unión conyugal formada por doña Eloísa Castillo de Cedeño y don Gerónimo Cedeño. Entre otros de sus hermanos estaban: Gerónimo, Jesús, Casto, Manuel, Eloísa y Cruz Lina.-

El 12 de marzo de 1873 fue bautizado en San Fernando de Apure, donde ya se había radicado su familia, por el Pbro. Benso Cardozo, siendo sus padrinos los ciudadanos Juana María Acosta y Lázaro Domínguez, y confirmado en la misma ciudad el 13 de julio de 1878 por Mons. Manuel Arroyo.-

Dio sus primeros frutos poéticos y espirituales, como casi todos sus hermanos y familiares, en la capital apureña. Sin embargo, estudió y se ordenó de Sacerdote en la ciudad de Calabozo y fue uno de los tantos jóvenes clérigos formados y conducidos por la mano amiga de Mons. Felipe Neri Sandrea, sabio prelado muy conocido en estas tierras guariqueñas. Dio su primera misa en aquella misma ciudad y de allí fue trasladado a Ortiz. Asimismo, ejerció su vicaría en Barinas y Apure, donde vivió con su honorable familia en la ciudad de San Fernando.-

Sin embargo; la mayor parte de su tiempo dedicado al sacerdocio la pasó en el interior del estado Apure, desde Guasdualito hasta San Fernando mismo, siendo Apurito la última parroquia donde ejerció su vicariato, pues allí lo sorprendió la muerte.-

Como misionero de la religión cristiana fue un constante luchador en el camino de la vida; un decidido amante del progreso. A su paso por los pueblos, edificó iglesias e instaló sociedades religiosas; con su prédica sublime atraía las multitudes; humilde en toda forma, renunció la borla del doctorado y optó por desempeñarse en una humilde parroquia pueblerina.-

Don Julio César Sánchez Olivo, quien está celebrando este año el primer centenario de su nacimiento, escribió en la reedición de la obra “Glorias del Cariño, apuntes y semblanza del Pbro. Serafín Cedeño Castillo”, lo siguiente:

Fue un Sacerdote de grandes méritos, un verdadero apóstol de Cristo, nada quería para sí. Su principal virtud fue la caridad, la que practicaba sin que ni sus familiares se enterarán, y si se sabía era por los mismos a quien socorría; algunas veces, cuando no tenía dinero, pedía prestado a sus hermanos para hacer caridad; muchas familias necesitadas recibieron su óbolo; es decir, su donativo o dádiva. Cuando murió fueron muchos los pobres que lloraron y se cuenta que en sus bolsillos sólo se halló una locha”.

Es decir, practicó muy bien aquella lección de Cristo que reza: “Que tu mano derecha, no sepa lo que hace tu mano izquierda”. Sin más comentarios.-

Era amigo de los niños a quienes siempre trataba con ternura, y de todo quien se acercara a él. No tenía perjuicios para tratar a quienes practicaban otras religiones, incluso les compraba sus libros; tenía amistad con adventistas, cristianos evangélicos, espiritistas; en fin, era amigo de todos.-

Por otra parte, los mandatarios regionales apureños lo tildaban de revolucionario y de mantener correspondencia con su primo vallepascuense el general Rafael Emilio Arévalo Cedeño. Así como también decían que enviaba dinero en secreto a los revolucionarios. Sin embargo, nada de esto se pudo comprobar. Simplemente, lo que pasaba era que los fieles amigos de Juan Vicente Gómez, veían enemigos por doquier, donde no los había.-

Al margen de su sacerdocio, fue prosista, poeta y brillante orador. Su extensa producción literaria fue exquisita, sublime, y sobre todo, encerrada en un marco filosófico. Casi toda ella, quedó dispersa en diferentes periódicos que circularon desde la última década del siglo XIX hasta la tercera del pasado siglo XX, especialmente en el famoso periódico sanfernandino “Letras”, fundado en 1913.-

En 1894 publicó artículos de opinión y poemas en el periódico sanfernandino “La Opinión de Apure” que dirigía y administraba Pedro Luís Esté. En 1895 aparecieron sus “Apuntes” en “El Heraldo”.-

Escribió y publicó en San Fernando de Apure el año 1917 el folleto titulado “Biografía del General José Florencio Jiménez”, obra de carácter histórico.-

Este meritísimo y noble Sacerdote lo sorprendió la muerte el 14 de febrero de 1925 en la población apureña de Apurito. Falleció a los 54 años de edad como consecuencia de un ataque cardíaco. Casi todas las personas que lo conocieron, lo comprendieron y apreciaron su valor y sus méritos.-

El columnista arichunero José Delfín Delgadillo, escribió en el ya citado periódico sanfernandino, “Letras”, el 20 de febrero de 1925, lo siguiente:

El viajero soñador se detuvo a la vera del camino, miró el horizonte en lontananza, y, silenciosamente, bajó a la tumba ‘como una hoja muerta que se llevan las brisas otoñales…’ Y quizás al sentir que la vida se le escapaba, su recuerdo voló hacia la madre idolatrada y a la tierra que arrulló sus sueños, añorando la triste despedida”.

Tuvo un entierro solemne, presidido por Mons. Arturo Celestino Álvarez quien se encontraba de visita en tierras apureñas por esos días. En los periódicos que circulaban por todo el llano que lo conoció, se escribieron sentidos escritos en honor a su memoria que fueron compilados por sus familiares, y publicados por la Tipografía Apureña en 1926, a un año de su fallecimiento, con el título de “Glorias del Cariño”.-

Después de diez años, fueron trasladados sus restos a San Fernando de Apure, donde reposan en el viejo cementerio de la ciudad. En la capital apureña, se inauguró – a principio de la década de los años 80’ – una populosa urbanización que lleva como epónimo su nombre.-

Puede considerarse que Guayabal, al sur del Guárico y el estado Apure tuvo en el Padre Serafín Cedeño Castillo un magnifico y fino poeta, brillante y fecundo intelectual, un destacado orador, modesto estudioso de la historia local, decidido amante del progreso, un recto y justo ciudadano, excelente y sincero amigo de los pobres, un noble guía espiritual y hombre santo, y sobre todo un prestigioso Sacerdote de grandes méritos, poseedor de mucho valor humano y un digno representante de Cristo en la tierra.-
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Lares Bolívar fue cronista de Achaguas su pueblo natal, en el estado Apure. Allí nació el 08 de Febrero de 1956. Licenciado en Educación, egresado de la Universidad Católica “Andrés Bello”. Se desempeñó como docente en el C.B.C. “Dr. Saverio Barbarito” de Apurito y en el C.C. “Diego Eugenio Chacón” de Achaguas en el Estado Apure.
Se inició en el campo de las letras como colaborador al componer numerosos artículos históricos y literarios en diferentes periódicos y revistas apureñas, a saber El Llanero, La Idea, Letras, Pueblo (órgano informativo de la Fundación Cultural Rómulo Gallegos) y Correo del Apure. Su dinámica actividad educativa, cultural y de investigación lo ha hecho merecedor de múltiples reconocimientos.
A lo largo de su existencia dejo una gran cantidad de trabajos inéditos tanto geográficos, históricos y literarios como poéticos. Entre ellos se mencionan Dr. Saverio Barbarito Echenique, vida y obra, 1982; Reseña de la Batalla de las Queseras del Medio, 1983; Semblanza del Dr. Eduardo Hernández Carstens, 1983; Arichunenses notables, pequeñas biografías, 1984;Cuentos Apureños Nº 1 —coautor 1984—; Breve Historia de Achaguas, 1986; Cronología Vital de Julio César Sánchez Olivo, 1987; Algunos sanfernandinos notables, 1988; Cuentos apureños Nº 2 —coautor 1988—;La mujer y la cultura en Apure, 1991 y Geografía descriptiva apureña, 2003.  Tomado de Fuegocotidiano.blogspot.com





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